”Humorista, actor, presentador e imitador español”. O lo que es lo mismo, Carlos Latre según Wikipedia. Y de eso mismo hemos querido hablar con él, de la marca Carlos Latre y de su desarrollo en diferentes ámbitos y, sobre todo, en el ecosistema digital.

Porque al fin y al cabo, al igual que le ha sucedido a marcas y compañías, Internet se ha convertido en un altavoz amplificador para llegar a todo tipo de públicos.

De su relación con las Redes Sociales; de cómo evolucionar e innovar en un sector tan dinámico como el espectáculo; o de cómo intentar influir para promover cambios sociales, de todo ello y más, hemos charlado con Carlos Latre.

Como agencia de publicidad, somos fans apasionados de las marcas: ¿cómo es la marca CARLOS LATRE?

Pues la marca Carlos Latre es una marca que se ha ido construyendo a lo largo de  veinticinco años.

La verdad es que desde el principio de nuestra andadura, de mi carrera, siempre me he tomado a mí mismo como una marca, como un producto.

Y entonces hemos intentado ser muy marketinianos a la hora de trabajar esta carrera desde el punto de vista de a qué target llegamos, diversificación, si es sólo televisión, radio, eventos, marcas … Ahora redes sociales, etc.

Hemos hecho incluso estudios de mercado para ver a dónde, a qué espectadores o a qué público llegamos. Trabajamos para llegar ahora mismo a un público nuevo que no tenemos, etc, etc.

Siempre hemos trabajado mucho la marca en cuanto a imagen, en cuanto a tendencias, en cuanto a televisión, en cuanto a no repetir según qué cosas cada temporada, reinventarnos,… O sea, creo que está bien trabajado.

¿Piensas que hoy en día es posible el desarrollo profesional sin RRSS y sin estar al día digitalmente de las diferentes tendencias?

Bueno, es posible, sin duda. Porque España, a pesar de lo que parece, es un país bastante envejecido. O sea, que el sesenta o el setenta por ciento de la población no utiliza las redes sociales.

Lo que pasa es que, nosotros vivimos en un mundo muy moderno, muy de un target y de un grupo de edad en que se utilizan las redes sociales. Pero hay mucha población que no utiliza las redes sociales, que sigue comprando las entradas en taquilla, que no compra las entradas a través de internet, que sigue viendo la televisión, que sigue utilizando las mismas dinámicas. Y se puede vivir sin redes sociales.

Es complicado, cada vez más, porque es una nueva línea de negocio, es una nueva línea de comunicación y canal.  Sobre todo para llegar a gente que ya sólo habita en las redes sociales y en la tecnología, como son los chavales jóvenes, desde los más pequeños hasta los que llegan a los veinticinco o treinta años. Sin redes, muy difícilmente puedes llegar hasta ese tipo de gente.

¿Cómo te acompaña la vida digital en tu día a día fuera del espectáculo? ¿Podrías prescindir de ella?

La verdad es que soy bastante activo en redes sociales, sobre todo en Instagram, en Twitter y Facebook.

Me gusta echar un vistazo a todas ellas, sobre todo para estar más en comunicación con la gente a la que sigo. O sea, no sólo gente admirada, sino gente querida.
Es un gran cambio que se ha producido, que sabes de tus amigos, sabes de tu gente o las tienes mucho más presentes a través de las redes sociales o lo que hacen cada día y lo que vas viendo cada día.

Pero sí, sí es es algo que hago habitualmente y que creo que en mi profesión es necesario estar en redes sociales y tener un contacto con tus seguidores, con tus fans.

Tienes una parte de emprendedor en tecnología cuando lanzaste hace años Fan app y Fun app Corporate en la que los influencers de ese momento (o sea, los directores de empresa o celebridades varias) podían vehicular su actividad en redes. ¿Has seguido emprendiendo en este terreno?

Pues efectivamente he sido emprendedor tecnológicamente hablando, pero bueno, son dos proyectos que se lanzaron hace años, pero la verdad es que no salieron adelante porque a lo mejor fuimos demasiado precursores y nos adelantamos un poco a su tiempo. Ahora, en cambio, sí que se utilizan este tipo de herramientas y ese tipo de aplicaciones.

Pero sí, siempre estoy muy ligado a la tecnología, tengo contactos e inversiones en empresas tecnológicas y estoy muy al día a día de lo que pasa en tecnología, porque creo que es importantísima, en ámbitos como la inteligencia artificial, avances que se van produciendo, etc.

En un mundo tan competitivo como es la comedia, ¿cómo has construido y mantenido una marca personal sólida a lo largo de los años? ¿Tienes algún consejo para aquellos que buscan desarrollar su propia marca en la industria del entretenimiento?

Un consejo que yo daría es buscar tu propio camino, la diferenciación. Creo que es importantísimo ser único, ser diferente. Al fin y al cabo, lo que yo siempre digo cuando hago alguna conferencia es tratar de ser inimitable, ser la mejor versión de uno mismo. No mirar demasiado a los lados y mirar mucho al frente.

Si bien es cierto que aunque es necesario mirar a los lados para ver qué hacen tus compañeros, en mi caso lo que se está cociendo en la comedia, lo más importante es ser la mejor versión de ti mismo y tirar para adelante siempre.

Como figura pública desde hace tantos años, tienes una audiencia diversa. ¿Cómo abordas la gestión de las expectativas y la satisfacción de seguidores con diferentes intereses y perspectivas?

Bueno, yo creo que uno tiene que ser fiel a sí mismo y no dejarse llevar demasiado por las tendencias, las modas, porque eso va y viene. Es verdad que tienes que estar al tanto de los últimos memes, de los últimos filtros, de las últimas tendencias que hay, pero sin dejarte llevar demasiado.

Creo que uno tiene que ser fiel a sí mismo y tiene que construir su propia personalidad, su propia marca y ser muy fiel a esa marca, marcándose objetivos a corto, a medio y a largo plazo, pero siguiendo un camino predeterminado.

Las tendencias en redes sociales cambian constantemente. ¿Cómo te mantienes al tanto de las tendencias actuales y las incorporas en tu contenido?

La del imitador cómico es una tarea ardua y difícil porque tienes que estar al hilo de la actualidad, de ver informativos, leer periódicos, estar presente en redes sociales. Ver qué sucede en el mundo y de qué se habla en los bares. Qué pasa en la política, qué pasa en la actualidad…  En definitiva, requiere estar muy al hilo de lo que va pasando día a día.

Al final es trabajoso, pero yo lo hago con gusto.

En tu faceta de personalidad influyente en redes, ¿cómo decides las colaboraciones que son coherentes con tu marca personal y valores?

Pues mira, yo lo que tengo claro a lo largo de los años es cuál es mi imagen, quién soy y lo que represento. En este sentido soy una persona que está catalogada como bastante familiar, bastante blanca,  y que tengo la gran suerte de caer bien. Entonces hay muchas, muchas líneas rojas que intentamos no traspasar.

Así que intento ser coherente con la imagen que yo tengo y sobre todo, propagar marcas y colaboraciones que vayan conmigo, con lo familiar, con lo blanco, con el trabajo, con el esfuerzo, con la dedicación, con el buen rollo, con el humor, con la comedia, con la felicidad. Esa es un poco mi marca personal.

Las redes sociales pueden ser una herramienta poderosa para impulsar cambios sociales y concienciar sobre temas importantes. ¿Has utilizado tu presencia en línea para abordar cuestiones sociales o causas que te preocupen?

Importantísimas. Puedes hacer y crear tendencias positivas. Positivas para concienciar a la gente, para ayudar a otros, para promover obras sociales y para tener una visibilidad positiva.

Pero de la misma manera también hay muchas partes negativas. Es decir, las redes también pueden ser terriblemente negativas para hacer crecer bulos, mentiras, fake news o todo eso…. Con lo cual hay que estar al tanto de la realidad y de la verdad.

Al respecto, soy una persona tremendamente comprometida con enfermedades, con ayudas … En intentar que el mundo sea un poquito más feliz y que las personas también lo sean, y que el mundo sea un poquito más entretenido.

Por lo que en la medida de lo posible, las personas que tenemos una ventanita pública creo que es necesario que intentemos ayudar en la medida de lo posible.