Hasta hace poco, había dos mundos bien separados: copy y arte. Ahora, el copy echa mano de herramientas de IA generadoras de imagen como Midjourney, Dalle-2 o Adobe Firefly y el arte de inteligencias artificiales de texto como ChatGPT o Gemini.

Los dos mundos van estrechando lazos y el resultado tiene que ser un contenido de calidad: impactante para la gente y resonante con los valores de cada marca.

Ahora bien, ¿cómo integramos la inteligencia artificial en la creatividad? Desde ya te aclaramos que la IA nunca debe ser una excusa para crear contenido rápido y mal. ChatGPT no hace las veces de copy ni Midjourney te vale como arte. No.

En Delirium entendemos la IA como una forma de tender puentes entre copy y arte para que la pieza final sea un 10. Veamos el paso a paso:

No vamos a entrar en detalle sobre cómo definir los objetivos de tu contenido. Si tienes un buen conocimiento de la marca, los conocerás. Sí que es importante que se los transmitas a las IAs de texto para que tengan todo el background posible sobre la marca: qué vende, de qué forma lo vende, a quién se dirige, cuál es su propuesta de valor, quién es su competencia, cómo está posicionada en el mercado, qué objetivos persigue a corto, medio y largo plazo…

Si trabajas con varias marcas, crea conversaciones distintas para cada una de ellas en la IA. No lo mezcles todo en una única conversación.

Una vez que la inteligencia artificial sabe lo necesario sobre la marca, escríbele también el brief para el contenido que vayas a crear y pregúntale qué más le gustaría saber para empezar a ayudarte con tu trabajo. ¿No puedes darle algunas respuestas? Investiga y resuelve esas dudas (para la IA y para ti, porque será conocimiento nuevo que ganes).

Te recomendamos que sigas con un brainstorming cerrado. Cerrado en el sentido de que le digas cuántas ideas quieres, en qué tipo de fuentes quieres que busque y qué referencias te gustan para el contenido que empiezas a tener en mente.

Normalmente, la fase de planificación corresponde a la figura del copywriter, content planner o content strategist, en función de cómo sea el negocio.

Si tu rol es alguno de esos, tendrás que bajar a tierra la idea detrás de la pieza que estás creando. Solo así podrá ser entendida por la persona de arte o diseño gráfico, y aquí es cuando volvemos a utilizar ChatGPT o Gemini (te recomendamos que trabajes simultáneamente con las dos).

¡Tip! A la inteligencia artificial le cuesta mucho contradecir a los humanos. Si le das una premisa errónea, lo más probable es que la tome como buena y trabaje sobre ella. Por eso tienes que ser casi una eminencia en la marca y la temática que estés trabajando.

“Actúa como una multimedia designer y dime si entiendes el siguiente brief de una copy que te pide un trabajo: [insertar brief para una única pieza]. Dime también cómo te gustaría que fuera el brief para que te facilitara tu trabajo”.

Los humanos perdemos mucho tiempo explicándonos y entendiéndonos unos a otros. Aparte, estamos repletos de sesgos y nuestro ego, al menos en publicidad, puede ser un problema. Utilicemos la IA para entendernos, para optimizar los tiempos y no solo para crear buen contenido.

¿Tienes un copy in o un copy out en mente para tu pieza de contenido? Siempre hay dudas que está bien consultar con otra persona (o con una IA ). A la hora de hacerlo, ten en cuenta que están entrenadas como modelos de lenguaje. Es decir, no te dirijas a ellas como tu madre buscando en Google, hazlo de forma natural:

“Tengo esta duda sobre el copy out del post que te comentaba: [insertar duda]. Tómate tu tiempo, respira profundamente y dame una respuesta buscando en fuentes contrastadas sobre el tema”.

No, lo de “respira profundamente” no era una broma. Se ha estudiado que los modelos de lenguaje dan mejores respuestas cuando se les pide que trabajen sin presión (¿No te decíamos que su objetivo es ser cada vez más humanos?).

¡Tip! Conversa con la inteligencia artificial. Aquí te ponemos ejemplos de prompts largos, pero se ha visto que para ciertas tareas dan mejor resultado cuando el prompt (lo que le pides) es conciso y directo.

Una vez que la pieza de contenido pasa al arte, entran en juego las inteligencias artificiales generadoras de imagen: Midjourney, Dalle2 o Adobe Firefly, aunque hay muchas otras.

Ya sabes que ChatGPT debe seguir presente, ¿no? Igual que el copy pedía segundas opiniones sobre la idea detrás del contenido, el arte puede pedir consejo a la IA sobre cómo ejecutar visualmente dicha idea.

Volviendo a Midjourney y compañía, aquí las posibilidades en cuanto a la creación de imágenes son infinitas. Literal. Puedes pedir imágenes vectoriales para añadir a un diseño en Figma, un fondo concreto para luego colocar un producto en Photoshop, un recurso que te sirva para un diseño UX/UI. El límite lo pones tú.

¡Tip! Dale los prompts en inglés a la IA generadora de imagen. Funcionan también en español, pero en Delirium llevamos tiempo probando y los mejores resultados vienen tras prompts cortos en inglés.

En Delirium aprendimos hace tiempo que Midjourney no es tu pintor de cámara. Es decir, si le das un prompt largo con la idea clara de lo que quieres, el resultado te va a decepcionar. Es mejor si juegas con la IA y experimentas con los resultados, le pides modificaciones y vas probando distintos prompts.

Si con una IA de texto nos movemos en el campo seguro del lenguaje, en una IA generadora de imagen estamos en un mundo más subjetivo, más abstracto. Aprende todos sus parámetros (te dejamos los de Midjourney) para sacarle todo el partido a la inteligencia artificial y tener mejores resultados.

“Dime cómo tratas a la IA y te diré quién eres”.

Nos despedimos aconsejándote que saludes a ChatGPT cuando le pidas algo. Que le des las gracias y que le preguntes qué tal está al empezar el día. Te podrá parecer una chorrada, pero funcionan como modelos de lenguaje humanos. Trátalos bien, que no cuesta nada.